Orientación para responsables de salud, seguridad y medio ambiente en Oriente Medio
A medida que aumentan las temperaturas en regiones como Oriente Medio, partes de Asia y otras zonas del planeta propensas al calor, la salud y el bienestar de los trabajadores se convierten en una preocupación primordial para los organismos y la dirección de Salud, Seguridad y Medio Ambiente (HSE). En respuesta a estas preocupaciones, algunos países de Oriente Medio, como Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos, han introducido nuevas leyes que prohíben el trabajo al aire libre durante las horas de más calor.
Las temperaturas abrasadoras, que a menudo superan los 45 °C (113 °F), plantean importantes riesgos para la salud, como deshidratación, estrés térmico, agotamiento, insolación y fallo orgánico. Estas condiciones, si no se gestionan adecuadamente, pueden provocar graves complicaciones de salud y aumentar la probabilidad de accidentes y trastornos en el lugar de trabajo.
El impacto del estrés térmico se extiende más allá del cuerpo físico, afectando también a las funciones cognitivas. Las altas temperaturas corporales pueden aumentar la agresividad, la irritabilidad y las interacciones negativas entre los miembros del equipo, lo que puede dar lugar a malas decisiones y a condiciones de trabajo inseguras. El deterioro psicológico debido al estrés térmico puede mermar la capacidad de evaluar las consecuencias de sus acciones, aumentando el riesgo de accidentes y lesiones. Por lo tanto, educar a los trabajadores sobre estos efectos psicológicos, aplicar medidas de seguridad estándar y equipar adecuadamente las instalaciones es crucial para prevenir las enfermedades relacionadas con el calor y mantener un entorno de trabajo seguro.
Las altas temperaturas también afectan significativamente al almacenamiento y la seguridad de los productos químicos. Incluso artículos comunes, como el agua potable en botellas de plástico, pueden provocar la liberación de sustancias químicas tóxicas cuando se exponen a temperaturas elevadas. Muchos medicamentos, cuando se exponen a altas temperaturas, pierden su eficacia. Esto es especialmente importante en el caso de medicamentos críticos o vitales, que dejan de cumplir su función esencial cuando se administran a un paciente. Por lo tanto, garantizar unas prácticas de almacenamiento correctas es esencial para prevenir accidentes y mejorar la seguridad.
El liderazgo desempeña un papel fundamental en la prevención de las enfermedades relacionadas con el calor. Las organizaciones deben reconocer que el calor extremo puede afectar drásticamente a las operaciones, especialmente durante los meses de verano. Las expectativas de rendimiento deben ajustarse en consecuencia para tener en cuenta el impacto de las altas temperaturas en la productividad y la salud de los empleados. La aplicación de medidas de seguridad relacionadas con el calor no es sólo un requisito reglamentario, sino también crucial para salvaguardar el bienestar de los trabajadores. La salud y la seguridad de los empleados son fundamentales para la sostenibilidad y el éxito de cualquier empresa.
Los empresarios son responsables de proporcionar a sus trabajadores una concienciación adecuada, medios de hidratación apropiados, zonas de descanso frescas y equipos de protección individual (EPI) adecuados para combatir los efectos del calor extremo. La hidratación y la aclimatación son estrategias clave para gestionar el estrés térmico. Aumentar la ingesta de agua y añadir sal a la dieta puede ayudar a mantener los niveles de hidratación. También es importante aclimatarse al calor tomándose un tiempo para acostumbrarse antes de realizar actividades extenuantes.
La ropa y la exposición al sol también desempeñan un papel importante en la gestión del calor. Llevar ropa holgada y ligera cuando hace calor puede ayudar a reflejar el calor, ya que la ropa oscura lo absorbe. También es importante alejarse de los lugares soleados y calurosos, y buscar la sombra siempre que sea posible.
Estrategias para mitigar el impacto del calor extremo
La gestión del estrés térmico es un reto importante. Sin embargo, con las medidas adecuadas y un enfoque proactivo, puede gestionarse eficazmente para garantizar un entorno de trabajo seguro y productivo, así como el cumplimiento de la normativa local. Basándonos en casi 40 años de experiencia, hemos comprobado que las siguientes estrategias ayudan a las organizaciones a garantizar la seguridad, la salud y el bienestar de los trabajadores frente a las olas de calor y el tiempo caluroso:
- Realización de evaluaciones de riesgos específicas del calor: Es fundamental realizar evaluaciones periódicas de los posibles riesgos de estrés térmico en toda la empresa. Es importante identificar los lugares y los perfiles de trabajadores vulnerables con mayor riesgo, como los que padecen enfermedades o realizan trabajos extenuantes al aire libre.
- Integrar la seguridad frente al calor en los programas de salud y seguridad existentes: La prevención del estrés térmico debe ser un componente básico de sus programas de salud y seguridad. Esto incluye formar a los empleados para que sepan reconocer los síntomas del estrés térmico y establecer protocolos claros para la hidratación, las pausas de descanso y el enfriamiento.
- Fomentar la concienciación sobre el estrés térmico y las medidas de prevención: Los programas de formación específicos centrados en el trabajo seguro en condiciones de calor extremo son esenciales. Esto incluye educar a los empleados sobre prácticas adecuadas de hidratación, medidas de protección solar y cómo ajustar el ritmo de trabajo durante las altas temperaturas.
- Desarrollar protocolos sólidos de respuesta al calor: Deben establecerse procedimientos claros y bien comunicados para responder a las enfermedades relacionadas con el calor, incluidos los primeros auxilios y la evacuación de emergencia. Es importante que los trabajadores sepan a quién dirigirse en caso de emergencia por calor.
- Revise y actualice continuamente sus planes de respuesta: Las revisiones periódicas de los planes de respuesta al calor de su organización son necesarias para garantizar que reflejan los últimos conocimientos y las mejores prácticas para la seguridad contra el calor.
- Proporcionar apoyo a la salud mental y el bienestar: Deben desarrollarse recursos y formación para ayudar a los empleados a hacer frente al impacto psicológico de los eventos de calor extremo. Esto incluye ofrecer acceso a profesionales de la salud mental para tratar la posible ansiedad o estrés relacionados con las altas temperaturas.
Al dar prioridad a la salud y el bienestar de sus trabajadores, no sólo estará protegiendo su activo más valioso -su personal-, sino también construyendo una empresa resistente, productiva y de éxito. Recuerde que la clave para gestionar eficazmente el estrés térmico es una combinación de concienciación, preparación y acción. Manténgase seguro y fresco.